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lunes, 11 de junio de 2012

´Somos los indignados del taxi´


La bajada de ingresos que sufre el sector a consecuencia de la crisis, unida a la proliferación de ´piratas´ al volante, caldea el ambiente entre estos profesionales que han visto mermados sus ingresos   


LARA VILLAR PALMA ­"¡Magaluf! ¡Pollença! ¿Cala Bona? No se trata del discurso en la playa de los vendedores ambulantes de frutas, sino de los stands 'informativos' del aeropuerto de Son Sant Joan que reclaman a los turistas para ofrecerles los trayectos. Miles de extranjeros pasan diariamente por las instalaciones de Aena donde según comenta Mateu Bordoy, de la Asociación Mallorquina de Trabajadores Autónomos del Taxi (Amtat-Pimem), tienen que traspasar multitud de filtros de todo tipo antes de llegar a la parada. 
Piratas, autocares o los mismos taxis de la part forana se abalanzan en plena temporada a la caza de la carrera más larga. Si es que cuando el hambre aprieta, crece la picaresca. 
El ambiente de indignación general se respira en cada rincón de la cantina. Muy pocos son los que quieren mostrarse ante la cámara o revelar su nombre, aunque cuando empieza uno a decir lo que piensa todos le secundan y al final dicen más de lo que callan. 
Se quejan de la alta competencia que sufren. Autobuses de la EMT, minibuses, agencias raras o chóferes que usan un vehículo particular y que no disponen de licencia ni permisos para ello. Estos últimos contribuyen a que el intrusismo en la profesión haya aumentado, en palabras de Bordoy, casi un 40%. 
Esteban, propietario, lo explica así: "Para venir a buscar un viaje al aeropuerto tienes que venir con contrato y estas furgonetas les hacen el contrato al momento. Esta gente nos quita las carreras buenas porque llegan, no hacen cola y se llevan los trayectos de 70 u 80 euros. Lo más sorprendente de todo es que pueden llegan a cobrar más dinero de lo que marcan los taxímetros porque muchos de estos servicios cobran por persona, no por trayecto."
Desde los mismos rent a cars del aeropuerto, pasando por los stands que anuncian servicios de taxi y que no pueden usar esa palabra para anunciarse porque no está permitida", comenta Bordoy: "Yo mismo he podido comprobar cómo ofrecen carreras gritando cuando sólo deberían estar informando". Lo corrobora otro compañero, el cual no quiere dar su nombre: "los taxistas de la part forana, cuando vienen con un contrato a rendir, muchas veces aprovechan y se vuelven cargados, firmando el contrato en el mismo momento con el cliente. Esto es ilegal, pero muchos de ellos tienen acuerdos con agencias que les informan".
Sin embargo, muchos de los profesionales al volante afirman que el mayor problema lo tienen dentro. Andrés, propietario también, explica que la flota está compuesta por 1.200 taxis pero que realmente son más, porque muchos de ellos están doblados: "Nosotros vivimos de lo que ganamos en verano, y la temporada este invierno se presenta muy dura". 
Otro de los taxistas que no quiere identificarse afirma que cada día hay más "chorizos" en el sector. "Los sindicatos no hacen nada, y entre nosotros mismos nos peleamos por las carreras más largas. Somos los indignados del taxi". 
Existen efectivos de la policia que controlan el funcionamiento de la recogida de turistas en el aeropuerto, pero cuando se trata de denunciar estos abusos, no tienen competencia para ello. Así lo explica Antoni Piqueras: "El año pasado fuimos a vigilar dentro del aeropuerto y pudimos comprobar cómo había gente que recogía turistas de forma ilegal, pero cuando fuimos a hablar con la policía nos dijeron que no podían hacer nada porque no era competencia suya". 
Piqueras hace un llamamiento a las administración para que se incrementen los efectivos de control de estas irregularidades, así como las ´trampas legales´ que se realizan para dejar conducir dos o más chóferes en una misma licencia cuando "existe un decreto que lo prohíbe desde el 1999".


Fuente: diariodemallorca.es